05. 10. 2023

¿Cómo se complementan la planificación del espacio y la demanda en el comercio minorista?

El mundo del comercio minorista es un mundo complejo en el que deben confluir muchos elementos para garantizar el éxito. Dos de estos elementos cruciales son la planificación del espacio minorista y la planificación de la demanda. Están relacionados entre sí de una forma que puede influir significativamente los resultados de una tienda. A continuación explicamos de forma simplificada estos conceptos y su interrelación.

Planificación del espacio minorista

Planificación del espacio minorista

La planificación del espacio minorista es la disposición estratégica de la mercancía dentro de una tienda para optimizar las ventas. Al igual que una habitación bien distribuida, su objetivo es que el recorrido de compra sea fluido y agradable. Ayuda a guiar a los clientes por la tienda, facilitándoles la localización de los artículos y el descubrimiento de otros nuevos que podrían querer comprar.

La planificación de la demanda

La planificación de la demanda, por su parte, es la ciencia de predecir lo que los clientes querrán comprar, cuántos necesitarán y cuándo lo querrán. Es como prever el tiempo, utilizando las tendencias pasadas y las condiciones actuales para predecir las necesidades futuras. Esto ayuda a garantizar que las tiendas tengan los productos adecuados en las cantidades adecuadas y en el momento correcto.

La planificación de la demanda

Interacción entre la planificación del espacio minorista y la planificación de la demanda

Observemos ahora cómo estos dos conceptos se complementan.

1. Colocación de productos

La planificación de la demanda es la brújula que guía la decisión sobre dónde colocar los productos en una tienda. Si un producto es muy solicitado, debe colocarse en una zona fácil de encontrar y muy transitada. Puede ser cerca de la entrada de la tienda o a lo largo del camino que siguen la mayoría de los clientes. Por otro lado, los productos que no son tan populares no deben ocupar un lugar privilegiado. Podrían colocarse en zonas menos destacadas, pero accesibles, para aprovechar al máximo el espacio comercial.

2. Impulso de las ventas

La distribución de una tienda puede actuar como un vendedor invisible. Los productos más populares deben colocarse donde sean fácilmente visibles: a la altura de los ojos en las estanterías, en las tapas o cerca de la caja. Esta visibilidad atrae la atención hacia estos artículos y puede generar más ventas. Curiosamente, colocar los artículos menos populares junto a los más populares también puede aumentar sus ventas. Esto se debe al "efecto halo", por el que la popularidad de un producto se contagia a los adyacentes.

3. Introducción de nuevos productos y promociones

La introducción de nuevos productos o las promociones de ventas pueden alterar lo que los clientes quieren comprar. La distribución de la tienda puede tener que adaptarse a estos cambios. Si se introduce un nuevo producto, puede colocarse en una zona de gran visibilidad para llamar la atención. El rendimiento de estos productos o promociones también puede ayudar a predecir futuras demandas. Si un nuevo producto funciona bien, por ejemplo, puede requerir un espacio más permanente dentro de la tienda.

4. Ajustes estacionales

Los cambios estacionales influyen significativamente en lo que la gente quiere comprar. Por ejemplo, los artículos relacionados con la playa tendrán más demanda en verano, mientras que la decoración navideña será más popular en invierno. La planificación del espacio de venta minorista debe ser flexible para adaptarse a estos cambios, trasladando los artículos de temporada a zonas destacadas durante sus horas punta. La previsión de la demanda contribuye a ello al predecir qué artículos serán populares en las próximas temporadas.

5.cComportamiento del cliente

Tanto la planificación del espacio como la de la demanda giran en torno a la satisfacción de las necesidades de los clientes. La ubicación de los artículos dentro de una tienda puede influir directamente en la cantidad que se vende de cada artículo e incluso puede afectar a lo que la gente querrá comprar en el futuro. Por ejemplo, si un producto se vende bien siempre que se coloca al final de un pasillo, puede significar que los clientes prefieren esa ubicación. Además, los cambios en lo que la gente compra pueden dar pistas sobre las preferencias cambiantes de los clientes y servir de base para futuros planes de distribución de la tienda.

6. Reposición de existencias

Hacer un seguimiento de los artículos que se venden más rápidamente puede ayudar a planificar la reposición de existencias. Por ejemplo, si un determinado snack se agota siempre en una semana, sería prudente tener siempre existencias suficientes para al menos una semana. De este modo, las tiendas pueden evitar las estanterías vacías y los clientes siempre encontrarán lo que necesitan, lo que se traduce en clientes satisfechos y ventas sostenidas.

Esencialmente, la planificación del espacio minorista y la planificación de la demanda son dos caras de la misma moneda, cada una de las cuales informa y es informada por la otra. Al comprender la interacción entre estos dos conceptos, los minoristas pueden tomar decisiones bien fundadas que aumenten las ventas, mejoren la gestión del inventario y mejoren la experiencia de compra.

Comportamiento del cliente

Escrito para Quant Retail por



Rehan Niazi

Head of Space Planning at Whites

Profesional altamente cualificado y con gran experiencia en el sector minorista, con un historial probado de éxito en el impulso del crecimiento empresarial y la optimización de las operaciones.

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